martes, 12 de abril de 2011

Momentos especiales...


La verdad las últimas dos semanas ha sido un torbellino de emociones... me habría encantado escribir en su momento acerca de cada cosa y sí que lo intenté, pero el ritmo de la vida moderna muchas veces me impede sentarme a escribir todo lo que me gustaría.

Vivir sola tiene muchísimas ventajas... creo que el estado de independencia que tengo es impagable... sin embargo, y es un poco lógico también, no todo es color de rosas... hay un alto precio que he tenido que pagar, y es perderme esos momentos familiares que a veces son tan especiales... sobre todo los momentos de mi hermano, que es mi vida.

Mi hermano es un deportista nato. En realidad, en mi familia todos tenemos la facilidad de practicar el deporte que se nos antoje, porque tenemos la capacidad de aprender muy rápido... supongo que es cuestión de genética, porque a todos se nos da igual. Pero siempre había tenido que disfrutar de esos triunfos y logros a través del teléfono... hasta hace una semana atrás, cuando me avisaron que mi hermano venía a un torneo a disputar ranking nacional en el deporte que practica. No se imaginan mi felicidad, ya que nunca había podido verlo jugar.

Empezamos sin muchas expectativas. Su entrenador me decía que aunque tiene un muy buen nivel, no tiene el ritmo de competencia de los demás, sobre todo por la lejanía geográfica que le impide competir tan seguido como a todos nos gustaría. Con pasar la fase grupal, que lo dejaría entre los 128 mejores, él se conformaba. Mi hermano venía con metas más ambiciosas... él quería quedar entre los 20. El primer día pasó sin problemas... casi me quedé sin uñas y sin colon, pero mostró un gran juego... la etapa grupal estaba superada y ya al día siguiente iba directo a la pelea por un puesto en el ranking nacional.

Esta vez se invirtieron los papeles... era yo la que alentaba a mi hermano y llamaba a mi madre para contarle los resultados, y era ella la que estaba en mi lugar, simplemente esperando noticias y rezándole a todos los santos que uno pudiera recordar en ese momento. Y así fue como mi hermano empezó a ganar... y quedó entre los 64... y luego entre los 32... y luego entre los 16... ni su entrenador ni yo podíamos creerlo... mi hermano había alcanzado su objetivo de quedar entre los 20 e iba por más... cuando quedó entre los 8 mejores ya no pude evitar soltar un lagrimón de la simple emoción... sencillamente, y de manera inconsciente, mi hermano me estaba regalando el momento deportivo más hermoso de su vida... no había mamá, no había papá, sólo estábamos los dos... si bien todavía no se publica el ranking oficial, lo cierto es que en este momento debe ser 7 ó 6, de un total de 256 niños participantes... si sigue así, fácilmente podría disputar cupos para competencias sudamericanas en el futuro cercano.

No se imaginan cómo me emociono cada vez que recuerdo el fin de semana que pasamos juntos. No importó el calor que incluso me hizo sentir mal en algún momento... poder sentir que fui un gran apoyo para mi hermano en ese día tan especial para él es algo que no puede explicarse... porque simplemente se siente y se observa... nos costó bastante asimilar lo que había pasado... de hecho, él jamás expresa sus emociones, pero al día siguiente mientras estaba en el trabajo, me llamó varias veces... él estaba en el lugar de entrenamiento de los deportistas olímpicos y quería saber si podría acompañarlo... y ahí estuve... al comienzo me asusté porque realmente él nunca había manifestado tanto su deseo de verme y pensé que le había pasado algo... después comprendí que sólo necesitaba un apoyo para ese momento que recién estaba comenzando a digerir.

Según hemos conversado con mis padres, ni los artículos en el periódico ni la entrevista en la TV local han servido para convencernos de lo que logró. Simplemente para todos sigue siendo un sueño. De hecho, recuerdo cómo el día lunes cuando nos despedíamos con mi hermano nos mirábamos y nos reíamos. Supongo que en algún momento lograremos dimensionarlo. Mientras tanto, sólo hay que trabajar para que ese ranking se mantenga o suba... al menos, ese es el sueño de mi hermano... estoy segura de que con esa fuerza, dejará de ser un sueño y se convertirá en una realidad, más temprano que tarde.

2 comentarios:

  1. Que bien el triunfo de tu hermano y maravilloso que hayas podido compartir con él esos momentos.

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  2. Hola bonito Cisne, no me olvido de ti, fantastico el triunfo de tu hermano y que estuvieses con el, siempre escribes muy bien, tenía tiempo de no pasar.
    Ya veo que sigues solita ¡y no lo entiendo!!
    Sé bien que no eres un patito feo, miles de besos para ti. Espero leer de los preparativos del viaje yupiiiiiiiiiii!!!!!

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