domingo, 30 de octubre de 2011

Replanteándome la vida...

Creo que hace mucho, mucho tiempo que no lloraba tanto y con tanta pena.

Gracias al de arriba (colóquele nombre según cual sea su religión :)), éste es un fin de semana muy largo. Tal vez días necesarios para pensar, pensar en muchas cosas. Lamentablemente, cosas que son dolorosas, pero que ya no puedo seguir evitando.

Terminé la universidad a fines del 2006. Y aunque lo que estudié nunca fue lo que realmente quise hacer para el resto de la vida (no había plata para estudiar otras cosas y mis padres no me dejaban trabajar y estudiar al mismo tiempo, por lo que opté por lo que creí más práctico en ese momento), con el tiempo se le va agarrando cariño a lo que hace. He conocido gente hermosa y gente que me ha tratado como la peor de las escorias (sí, créanlo o no, alguna vez me preguntaron en mi trabajo si me bañaba y más de alguna vez he tenido que aguantar improperios de mis superiores). Y sí, he podido decir que, aunque no logro vivir cómodamente de lo que hago, al menos para pagar las cuentas y comer alcanza... o alcanzaba.

Con mucho dolor, debo decir que estoy a punto de guardar los libros en el baúl de los recuerdos. He aprendido a querer mi profesión, pero cuando por casi 5 meses te das cuenta de que con tu profesión no ganas ni siquiera el sueldo mínimo, hay que comenzar a replantearse las metas. Hay que ver nuevos horizontes. Hay que comenzar a asumir que tal vez debas unirte a la gran cantidad de profesionales que no trabajan en lo que estudiaron. Llevo años haciendo los esfuerzos más inimaginables, trabajando muchas veces a costa de mi propia salud, al punto de tener crisis nerviosas y depresión. Pero nunca he visto una recompensa duradera. Ya con casi 5 años de experiencia, no puede ser que un mes gane 1000 y los siguientes 4 meses esté ganando 10. Ni porque ahorre... los ahorros no duran tantos meses. No puede ser que en este momento pagar un seguro de salud no esté en mis prioridades simplemente porque el dinero no alcanza. No puede ser que deba caminar por casi 3 horas cuando voy de un lugar a otro simplemente para evitar pagar el alto costo de la locomoción que me dejaría en 20 minutos en el lugar al que voy. Tampoco puede ser posible que no consiga trabajos por tener "demasiada experiencia", algo que hace que sea más cara para el mercado laboral. Y finalmente, no puede ser posible que en mis tiempos de crisis tenga que recurrir a mis padres para poder pagar el arriendo de mi departamento porque sino me quedo sin dinero para comer.

Mamá, lo siento, pero tus palabras de "tú puedes hacerlo" ya no me sirven. No las siento ni me llegan. Nunca he querido decírtelo, pero para mí no son sinceras. Son sólo un "consuelo parche" que me dicen que realmente no quieres o no sabes cómo ayudarme. Porque sí, reconoce que nunca me has ayudado cuando te lo he pedido y así hacemos las cosas más fáciles. Ni siquiera cuando he intentado guiarte en la forma en que puedes ayudarme lo has hecho. Créeme que en el momento en que logres reconocer que nunca me has ayudado ni te ha interesado ayudarme porque "te da lata" y es más entretenido husmear en la vida de los demás a través del Facebook, evitaré perder tiempo pensando al 100% de mi capacidad cuando debo salir de mis crisis, en vez de estar pensándolo al 150% como debería hacerlo si estoy sola.

Papá, siento mucho no ser cómo tú. Siento mucho querer ser la hija que vuela con alas propias, la que siempre quiere surgir y ser mejor. Siento mucho no querer conformarme con un trabajo de 9 a 5 en el que mis jefes disponen de mi vida y yo sólo recibo un sueldo a fin de mes. Siento mucho no ser la clase de persona que aguanta lo peor por mantenerme más de 20 años en el mismo trabajo, simplemente "porque es lo que me tocó". Siento mucho que mi error sea siempre mirar más alto, y no querer estancarme en el mismo trabajo que odio. De verdad, siento mucho no cumplir con tus expectativas, pero para mí, la vida que llevas no es vida.

La verdad, todavía no sé qué haré, recién estoy tratando de dimensionar la magnitud de mi decisión. Ya es difícil estar sin trabajo y tratando de pensar qué hacer, imagínense lo difícil que es estar sin trabajo y darte cuenta de que tendrás que optar por nuevos caminos, en el sentido de buscar alternativas no relacionadas con el ámbito en el que recibiste preparación. En este momento... y a pesar de toda la pena... creo que lo único que puedo hacer es dar las gracias por haberme podido dedicar a lo mío, aunque fueron cortos 5 años... aprendí muchísimo, pero creo que la sociedad nunca logrará darse cuenta de la importancia de nuestra profesión... porque hablar inglés no basta... porque haber vivido en Estados Unidos por 3 meses no te hace saber inglés... porque en ninguna profesión aprendes un día cómo armar un camión y al día siguiente cómo realizar un procedimiento quirúrgico... nuestra profesión es silenciosa, pero mágica... y hermosa!

3 comentarios:

  1. Puede sonar un poquito hipócrita pero solo tienes que echarle ganas :)
    Tienes más experiencia que yo. Eso es suficiente para mí, para poder decir que puedes sacarle provecho a tu experiencia.
    Y sigue mirando arriba. Si estamos tirados significa que debemos ver hacia arriba, no? :D

    ResponderEliminar
  2. Me recuerdas a mi en mis peores momentos... Yo también he tenido etapas en las que ves que los demás no te ayudan como quisieras. Tu padre me recuerda al mio, piensan que hay que resignarse y aguantar la vida que te ha tocado y punto. No creo que sea así, solo tenemos una vida y no debemos malgastarla en un sitio donde nos la acortan dia a dia... Cuidate y me alegro de leerte de nuevo :-)

    ResponderEliminar
  3. Leo esto y me siento identificada. En estos momentos también estoy sin trabajo y lo que estudié no me da para vivir. Me gusta lo que estudié, pero no me satisface. También estoy replanteándome la vida entera. Seguramente consegiré trabajo (espero que pronto) en algo que no tiene nada que ver con mi profesión (traductora).

    Solo espero que esto sea una etapa más de la vida, que esto no nos detenga. Hay que pensar que nuestras profesiones o nuestros trabajos no nos definen como persona. Espero también que a estas alturas tú estés mejor.

    Saludos.

    ResponderEliminar