lunes, 18 de julio de 2011

Un año... varias caídas, muchas levantadas... pero aquí sigo...


El de hoy es un post especial. Tengo tantas cosas que decir... pero simplemente no sé cómo empezar.

Hace un año decidí darle un vuelco a mi vida. Soy lo que se considera médicamente como una adicta a la comida. Y tengo que admitir que no ha sido un camino fácil, para nada. Pero hace exactamente un año me atreví a comenzar a recorrerlo. Y aquí estoy. Con 13 kilos menos, y luchando día a día por salir adelante. Tal como ocurre con cualquier enfermedad, probablemente el que nunca ha tenido problemas de peso no logra comprender lo difícil que es este camino. Uno no engorda por comer de más... uno engorda para ocultar problemas, inseguridades, para crear una barrera en torno a sí mismo, para evitar ser dañado.

Este camino no es nuevo para mí. Recuerdo haber comenzado a hacer dietas a los 12 años, porque la verdad, a pesar de ser muy deportista, siempre he sido "la gorda". Es mi característica. Sin embargo esta vez ha sido distinto, porque no estoy haciendo dieta... estoy "cambiando mis hábitos alimenticios". Además, debo lidiar con otro gran problema psicológico: por más que me mire al espejo, no me veo gorda... incluso me veo relativamente delgada... el problema es que la balanza, los médicos y mi ropa me indican que bordeo la obesidad (cuando comencé hace un año era obesa, pesaba 91,5 kilos con 1,66 metros).

Comenzar no es tan complicado... normalmente se está con el ánimo arriba... pero pasados los meses el cerebro comienza a traicionar. En mi caso, las frases más recurrentes son "¿por qué no puedo ser como esas personas que comen sin parar lo que se les antoja y no engordan?", "¿por qué tienes que ser así?", "olvídalo... naciste gorda y morirás gorda, no importa lo que hagas... te ves estúpida tratando de cambiar cosas que sabes que no cambiarán"...

Y aquí sigo... después de un año... esta semana ha sido de un nuevo punto de quiebre... de un nuevo comenzar... mi mayor batalla siguen siendo los atracones de comida que me doy o los picoteos constantes que aunque sé que me afectan muchísimo no puedo dejar de hacerlos. Pero sigo firme al menos “soñando” con que puedo lograrlo... conocí a dos personas maravillosas... una psicóloga, que me está ayudando a reorganizar mi vida, porque tal como me dijo ella, tengo tantas cosas que resolver, que procesar y que digerir antes de continuar con mi vida que sola simplemente no puedo, porque ya me sobrepasó. Y un entrenador, que con dos horas diarias de gimnasio está tratando de sacar lo mejor de mí (y que sí, me mata haciendo ejercicio... pero creo que en cierto modo mi organismo extrañaba esa sensación de ejercitarse mucho y todos los días... hace 10 años que no tenía este ritmo).

Cuando comencé pensé que definitivamente sería más fácil. Siempre recuerdo las palabras de mi médico, que me decía que ésta será una lucha para toda la vida. Probablemente es el compromiso más difícil que he debido asumir alguna vez. Aún no tengo muy claro por qué lo hago (en un momento pensé que sí, que tenía la respuesta a lo que impulsaba este cambio) y tal vez por eso dudo tanto y me caigo tanto... pero por algún motivo sé que tengo que hacerlo... es simplemente que en este momento no lo veo como algo que quiero hacer, sino más bien como un deber... sólo espero poder sacar de alguna parte la fuerza interior para poder mantener esta lucha por el resto de mi vida... finalmente, alguna vez quiero ser capaz de poder hacer algo por mí :')


PD: No lo comenté en ningún momento en el post... pero me quedan un poco más de 10 kilos por perder para poder tener por primera vez en la vida un peso normal... y sí... me asusta... mucho...

2 comentarios:

  1. Hola hola hola!!!! por fin voy a poder dejar algo escrito!!!!Lindo Cisne , buenisimo todo lo que emprendes de nuevo, sicóloga, entrenador, guau!! Feliz por ti, cuando estamos acompañadas como que de por si hacemos el esfuerzo con mas entusiasmo.Sobre lo de engordar por x problemas que nos hayan incitado a ello , ahora tenemos x problemas para tener que adelgazar, ya basta de culparnos a nosotras mismas o a los demás, ahora lo que importa es salir de lo que nos molesta y son diez kilitos!!Nada , nadita, ahora ya pronto te veré escribir feliz de haberlo logrado, envidia de la sana me impulsa a escribir que aqui en mi país un entrenador te cuesta un ojo de la cara!!! Disfrutalo , seguro que encima está para partirlo como un queso jajjajajjaja. Te quiero Cisne bonito, Feliz día de la amistad!!!!!Lyliam.Mariapaz.jejejje

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  2. Mariapaz!!!!
    Jajajaja querida, que acá un entrenador también cuesta un ojo de la cara, pero yo soy más inteligente y voy en el horario en que no va prácticamente nadie, por eso que finalmente es como si casi tuviera entrenador personal ;)

    Tienes mucha razón... estoy en período de grandes cambios y de repente siento que económicamente me está costando muchísimo, pero es por mi bienestar y definitivamente, creo que eso no tiene precio :)

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