viernes, 25 de marzo de 2011

Una inyección de energía...


"Día hermoso"... esas dos palabras resumen mi día de, por un rato, volver a los orígenes.

Los patagones tenemos un algo que nos hace especiales. Para nosotros, nuestra tierra es algo con lo que hemos sido bendecidos y no permitimos que por ningún motivo llegue cualquier persona y haga con ella lo que se le antoje. Finalmente, no cualquiera tiene la posibilidad de nacer y crecer en medio de un verdadero santuario de la naturaleza. Es por eso que defendemos lo nuestro. Un ejemplo es la campaña Patagonia Sin Represas, que pretende impedir la instalación de plantas hidroeléctricas en la zona... de más está decir que no sólo los patagones, sino la mitad del país está en desacuerdo con esto, ya que implica destruir mucho bosque nativo y dejar a familias sin sus hogares de toda la vida, entre muchas otras cosas más que en este momento no vienen al caso. Si bien mi casa está en una selva de cemento como lo es la capital, mi hogar está en la Patagonia, en el lugar donde todavía se puede disfrutar de las cosas simples de la vida y donde los grandes protagonistas son el hombre y la naturaleza viviendo en total armonía.

Encontrarme con gente de mi Patagonia querida que no conocía sino hasta hoy, pero que está en la misma situación que yo, hace que uno sienta que tiene un pedacito de hogar donde cree que no lo hay. Y eso fue lo que se dio precisamente hoy, en una firma de discos, cuando un grupo conformado por dos hermanos que estudiaban en mi escuela hizo su debut en la capital. Fue un momento bellísimo, donde por un momento todos nos sentimos en casa... todos compartimos las mismas aulas durante los mismos años... y vernos después de tanto tiempo fue espectacular, fue la inyección de energía que necesitas cuando sientes que ya no puedes más y que el cansancio te vence. Por unos minutos todos volvimos a ser adolescentes y a recordar viejos tiempos, porque aunque no nos conocimos durante ese período de nuestras vidas, el entorno en el que nos movíamos era el mismo, así que teníamos muchísimo en común.

En fin... creo que en el fondo, parte de la angustia que sentía se debía precisamente a eso... a que me faltaba algo que me recordara mi hogar, mi gente, mi tierra... finalmente, son tus raíces y el lugar de donde vienes lo que ayuda en gran parte a convertirte en la persona que eres... y eso nunca, pero jamás de los jamases, debe pasarse por alto.



PD: La foto es de mis últimas vacaciones... de un lugar hermoso que queda a 15 minutos o menos de casa en vehículo... y a un par de horas caminando...

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