domingo, 13 de marzo de 2011

Cómo hemos cambiado...


Tengo un poco abandonado esto. No es que no haya tema para conversar, de hecho, he dejado varios posts a la mitad, que simplemente no he podido terminar porque el trabajo me ha consumido, han aparecido nuevos proyectos y cada vez que he tratado de terminarlos, ya estoy muy cansada para hacerlo.

En las últimas semanas han cambiado muchas cosas. Desde el recital de mi grupo favorito (el cual me dejó con una gripe de la que todavía no me recupero) hasta un nuevo empleo. Sin embargo, debo reconocer que los momentos de felicidad se han visto opacados por un momento de tristeza, rabia e incluso un poco de decepción.

Cuando nos volvimos BFF éramos inseparables. Teníamos excelentes ideas y juntas formábamos un equipo de temer. Nuestro mayor mérito? Probablemente quedar en la memoria de nuestro grupo favorito para siempre debido a una idea mía que llevábamos desarrollando durante más de un año. Lástima que no pudimos disfrutar juntas de ese momento. Ahora, con la mente un poco más fría, debo reconocer que me dolió mucho que, por cosas del destino, tuvieras que ejecutar con otras personas una idea totalmente mía y que en el momento de hacerlo ni siquiera te acordaras de mí. Me sentí excluída. Sentí que te adueñaste completamente de un momento que debió haber sido para las dos. Pero bueno, ya está hecho, no se puede volver el tiempo atrás... pero sí me dio pena que te quedaras con el crédito de algo que tenía en mi cerebro desde que era una quinceañera.

En qué momento cambiaste tanto? En qué momento te volviste una persona egoísta, que me ocultaba sus planes con otras personas, sabiendo que yo no me enojaría, sino todo lo contrario? En qué momento comenzaste a sentirte amenazada y celosa? Creo que también tengo derecho a tener otras amistades. Que tú hagas tu vida entre cuatro paredes y frente a la pantalla de un PC no quiere decir que yo deba hacer lo mismo. Recuerdo hace un par de años, cuando en el grupo de amigas éramos una para todas y todas para una... dónde quedó eso? Realmente tus actitudes de los últimos meses me decepcionaron. Es muy cierto que con el tiempo todos cambiamos... sin embargo, creo que esos cambios sólo valen la pena cuando te convierten en una mejor persona... no cuando dejas de buscar empleo por un año y te enojas porque no tienes dinero... no cuando tu madre ha llegado a pensar en echarte de casa porque no reaccionas a llevar una vida más responsable contigo misma... no cuando abandonas a su suerte a 20 amigas por irte con una persona que te ofrece algo más tentador que ellas... no cuando comienzas a pensar que durante los últimos 4 años he sido tu amiga por interés, si en el fondo sabes que no es así.

Amiga... no esperes que te busque, porque no lo haré. Sabes que podrás contar conmigo siempre, pero tengo mi orgullo y no acostumbro a pedir perdón, menos si siento que no debo hacerlo. Sólo me queda decirte que al parecer no conoces la verdadera amistad, y eso es una pena. Intenté enseñarte que una verdadera amistad no se da sólo por compartir gustos en común, que una verdadera amistad es la que se forja en los momentos más difíciles, aquella en la que puedes encontrar un apoyo constante. Una verdadera amistad es la que te dice las verdades en la cara. Y lamentablemente, a veces esas verdades duelen. No me arrepentiré jamás de la conversación que tuve con tu madre. Sabía que arriesgaba perder tu amistad y finalmente así fue. Sin embargo, esa actitud de no dirigirme la palabra sólo me hace pensar que en el fondo, cada palabra que le dije a tu madre es correcta, tal como ella me lo hizo ver aquel día. Supongo que aún no llegas a tu momento más bajo... pero sí estoy segura de que cuando llegue ese momento me recordarás. Sólo espero que puedas salir con éxito de aquel pozo en el que vas cayendo sin darte cuenta... porque finalmente, cuando llegues al fondo podrás darte cuenta de que has alejado de ti a todos los que te rodean y observarás todos los errores que te han llevado adonde estás.



1 comentario:

  1. Que triste lo que cuentas pero pasa muchas veces entre amistades de tantos años. Una forja la misma pensando que la otra parte no cambiará nunca, pero en algun momento de la vida nos decepciona... así es.
    Haces muy bien en no buscarla, no eres un perro faldero. Pues si ella no ha sabido valorarte, no hace falta que tú vayas a lamerle los zapatos, allá ella. TU eres la importante en tu vida.
    Besos
    Mabel
    http://novolverasubir.blogspot.com/

    ResponderEliminar