Un round que sólo se ganará por knockout!

Definitivamente, que llame a una amiga y le diga "juntémonos a almorzar mañana, tengo que hablar con alguien que me comprenda" quiere decir que estoy muy mal. Y no es que esté triste ni nada de eso (de hecho, mi estado anímico actual merece un capítulo aparte, pocas veces me sentí como me siento ahora)... es simplemente que estoy confundida y he llegado a un punto en que eso me está provocando una angustia no negativa, pero tampoco positiva (aunque ahora que lo pienso... existe siquiera la angustia positiva? jajaja).

Y es que una vez más, se ven enfrentados en un ring... la razón y el corazón.

Mi corazón... para mí, es lo máximo... es lo que me hace soñar... lo que me lleva muchas veces sobre una nube y me hace pensar en que nada es imposible... si no fuera por mi corazón, muchos de mis sueños de niñez estarían simplemente en el baúl de los recuerdos... sin embargo, todos ellos siguen estando ahí conmigo... lamentablemente todavía en un estado de sueños... pero siempre con la esperanza de que algún día se conviertan en una realidad.

Mi razón... es mi cable a tierra... y como suelo decir, es un poco la culpable de que siempre encuentre limitaciones y termine haciendo "lo que debo hacer" por sobre "lo que quiero hacer". Sinceramente, es precisamente por ese efecto que tiene de truncarme los sueños que no le tengo mucho cariño, a pesar de que me ha ayudado a tomar buenas decisiones en la vida, algo que le agradezco enormemente.

Alguna vez han tenido un sueño muy grande? Me gustaría que piensen en él. A quién han hecho caso? A la razón o al corazón? He ahí mi actual encrucijada.

Por cosas del destino, se me está dando la posibilidad de pasar mi cumpleaños fuera del país, de una forma que jamás estuvo en mis planes... ni en mis sueños más hermosos... sé que será una oportunidad única y desde ayer y por primera vez en la vida, mi corazón no para de decirme que DEBO HACERLO... que es lo correcto... que debo arriesgarme y perseguir esa ilusión, cometer la gran locura de mi vida, dar por primera vez ese gran paso de comenzar a cumplir mis sueños y de pensar en "lo que quiero hacer", más que en "lo que debo hacer". Sinceramente, nunca antes sentí con tanta fuerza que DEBO HACERLO.

Pero por otra parte escucho a esa vocecita lejana... sip... mi razón (que dicho sea de paso, me la imagino con la cara de mi madre, jajaja). Me dice cosas como "recuerda tus deudas", "tu sueño es imposible" y "madura, crece, ya no eres una jovencita y debes enfrentar el mundo real". Mientras mi corazón me impulsa a buscar formas para conseguir el dinero necesario para cumplir ese sueño en el corto plazo, la razón me dice que ese dinero podría utilizarlo para seguir pagando las deudas que me prometí estarían listas a fin de año (y que hasta ahora no he descuidado).

La verdad no sé qué hacer. Si algo me queda de la educación de mis padres es mi excesiva responsabilidad y ese aire de que todo debe ser perfecto. Probablemente sea ese aspecto tan estricto de mi educación lo que me deja esa sensación de querer desordenarme un poco y demostrarme a mí misma que soñar y cumplir sueños es igual de válido que cumplir con las responsabilidades. Tengo 20 días para pensarlo y dar una respuesta... y luego de eso, 5 días más para dar el primer pago... creo que mi amiga, si bien no podrá ayudarme, podrá escucharme, tal como ustedes me leen y eso me reconforta enormemente. Mis deseos de lanzarme al vacío son indescriptibles... y estoy dispuesta a hacer hasta lo imposible por lograrlo... sólo me queda esperar cómo siguen dándose las situaciones en estos días... para saber finalmente quién dará el golpe del knockout.