miércoles, 9 de febrero de 2011

Adiós... no... hasta siempre... no... hasta pronto...


Precisamente ayer recordaba de qué manera las muertes de personas cercanas han afectado mi vida. La gran mayoría de ellas tiene la palabra "tragedia" impresa en sus características. Pero no pensé que tendría que atravesar nuevamente por esa experiencia tan pronto. Hace dos horas recibí esa llamada... simplemente, no lo podía creer... todavía no lo creo...

Ya ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que nos vimos. Creo que fue hace un poco más de un año, en el bautizo de uno de nuestros sobrinos. Pensé que nos veríamos hace un mes, cuando fuimos al campo con mi familia y tus papás llegaron de visita. Estaban felices por ti, tu pareja y tu hijo. Pero aunque no recuerde cuándo nos despedimos, sí recuerdo nuestros momentos de infancia... los cumpleaños, los paseos al campo... nunca fuimos familia, eras la prima de mi prima, pero tu familia acogió tan bien a la mía que me hicieron sentir parte de ustedes... siempre me sentí una prima más del clan.

Lo primero que se me vino a la mente cuando me dieron la noticia de tu accidente fue tu hijo. Presentías que algo iba a pasar? jamás lo dejabas solo... mucho menos si ibas a hacer un viaje tan largo. Por qué decidiste dejarlo con tus padres justo en esta ocasión? Fue tu forma de protegerlo para que no se fuera contigo? No te preocupes por él... inconcientemente, tomaste la decisión correcta... sin querer le salvaste la vida... hiciste lo que cualquier madre haría por su hijo... sé que estará bien... tus padres y hermanas no dejarían que nada le faltara nunca.

Lo segundo que pensé fue en cómo no tuviste más cuidado... sabes que viajar por la pampa es complicado... que el camino no es bueno y que los vehículos corren mucho... he visto muchos accidentes ahí... he visto a personas morir en ese camino... tú pasaste a engrosar esa lista hoy.

A pesar de que ya no éramos cercanas, tu partida me duele. Fuiste una parte de mi vida, una parte importante de mi infancia... si me preguntarán cuál es mi mayor recuerdo, sería tu risa. Siempre te reías, mucho... a veces incluso más de la cuenta y en los peores momentos... es por eso mismo que no guardaré el luto... por el contrario, buscaré mis mejores colores... llevaré el luto por dentro... pero por fuera demostraré mediante el color la alegría que transmitiste en tu corta vida.

Hay una canción de Juanes que dice que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo sí sabía lo que tenía... lo que no sabía era que lo perdería tan pronto... descansa en paz, Pame.



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