domingo, 6 de febrero de 2011

Novia fugitiva, rebelde sin causa o la cruda verdad?


Hoy miraba en la TV un programa de bodas, donde mientras los recién casados salían de la iglesia, la novia decía con una enorme y orgullosa sonrisa, mientras mostraba su anillo: "después de 10 años, por fin lo logré!". Su frase me desconcertó un poco, por lo que me vi en la necesidad de tratar este tema que a las mujeres solteras y de mi edad nos toca fuertemente. Es cuando ya empezamos a darle un rumbo a nuestras vidas y empezamos a ver que todas las amigas llevan "la roca" en el dedo. Y claro... lo que pasa cuando se presenta la realidad opuesta y ni siquiera lucimos el anillo de las artesanías...

Recuerdo cuando me separé de mis dos grandes amigas al tener que partir a la universidad. Quedamos en ciudades distintas, sin embargo de vez en cuando yo me escapaba para visitarlas, ya que el viaje era de sólo 6 horas. Cuando me contaban sus aventuras, más de alguna vez me hablaron de cuando iban a probarse vestidos de novia y se tomaban fotos con ellos. La verdad... nunca lo entendí. Claro, en ese entonces la moda y yo no nos llevábamos muy bien (ahora debo tener al menos una prenda de moda en mi closet por temporada... y no porque me obsesione, sino porque el producto que vendo soy yo, son mis servicios, por lo que no puedo descuidar mi look en momentos clave como una reunión con potenciales clientes), pero creo que si mi madre hubiera visto una foto mía así, habría comenzado a prepararme la fiesta de inmediato y ni siquiera me habría preguntado quién era el novio!

Pasaron los años y una de mis amigas se casó, tuvo una hija y se divorció (sí... y todavía no cumple los 30) y la otra está comprometida y con una hija de varios meses. Y lo mismo ocurre cuando recorro los sitios de Facebook de mis conocidos... comprometido, casado y con hijos son probablemente los estados que más se repiten.

Dentro de mi inmadurez, simplemente no lo concibo. Cuál es el apuro? Siempre me lo he preguntado, casi con tono de "soy demasiado joven para morir". Es por el reloj biológico de las mujeres? Es por el qué diran si después de los 30 seguimos diciendo que somos solteras? Es por el miedo a que nos deje el tren? Es porque la sociedad "impone" que debemos ser así? Alguien que me lo explique por favor!

A pesar de ser una persona que cree firmemente en el matrimonio, nunca me he mentalizado corriendo detrás del ramo en una boda para ser la próxima en dar el paso (de hecho, siempre voy obligada y me coloco al final, para que sea imposible agarrarlo). Simplemente, funciona para los demás, no para mí. Es como tener hijos... definitivamente está hecho para los demás, no para mí. Llámenme frívola o como sea... pero en el fondo siento que ninguna de esas cosas está en mi misión de vida. No soy de las personas llamadas a preservar la especie y lo asumo así... aunque a mi familia, y sobre todo a mi madre, le cueste aceptarlo.

Supongo que para ella es más difícil de concebir... se casó a los 20 años y me tuvo a los 23 (al cumplir esa edad yo acababa de terminar la universidad y ni siquiera había tenido mi primer novio)... es la única de sus hermanos y probablemente una de las pocas en su círculo de amistades que no tiene nietos. En la última conversación que tuvimos antes de que yo regresara de mis vacaciones me preguntó si mi proyecto de vida era estar sola para siempre. Cuando yo le dije que sí, hasta se cuestionó si había sido buena o mala madre, y me costó mucho hacerle entender (de hecho, dudo si lo entendió realmente) que no era su culpa, sino que simplemente yo sentía que era lo que me había tocado como misión de vida.

Lógicamente, en su momento tampoco fue fácil de aceptar (supongo que para nadie lo es), porque creo que a nadie le gustaría envejecer solo... pero definitivamente, creo que no es algo que uno se proponga o algo que uno decida... simplemente son cosas que suceden... no es un proyecto de vida fácil, para nada, tampoco es una vía de escape ni un acto de rebeldía ante la sociedad como muchas personas podrían pensar... es algo que no se puede explicar muy bien con palabras, sólo se siente.

Por otra parte está la sociedad, el qué dirán. En teoría no debería importar, pero vamos, seamos realistas... a todos nos afecta un poco. Últimamente he leído cómo las mujeres se apresuran para "cazar"... ejem, perdón, "casar" :) a un hombre, porque después de los 30 quedan sólo "las sobras", es decir... los feos, los rechazados, los cabrones y una serie de calificativos con los que no puedo estar más en desacuerdo. Creo que a nadie le gustaría que le dijeran que si pasó los 30 y está soltero es una "sobra"... ni nuestro peor enemigo se merece algo así! También están los típicos comentarios: "a ella ya la dejó el tren... es que es tan poco agraciada la pobre!" o "noo... ella ya definitivamente no se casó y quedó convertida en una solterona amargada... qué triste su vida!"... vamos, que conozco a muchas personas "solteronas" y son igual o más felices que mucha gente que se casó! Sin embargo, creo que la peor situación de todas (la que realmente me afecta), es cuando me veo al espejo y me considero casi una adolescente... después salgo a la calle y me tratan de "señora" en todos lados... lo peor es que incluso antes de cumplir los 18 me pasaba! tan mal aspecto tengo? Sin intención alguna de ofender a las mujeres casadas, pero se supone que el matrimonio y los hijos inevitablemente nos hacen envejecer más rápido... y yo no tengo ni lo uno ni lo otro!!

Supongo que durante algunos años tendré que seguir resignándome al típico comentario: "ay niña, pero si eres tan simpática, inteligente y buena persona, cómo va a ser tan difícil encontrar un novio o alguien para casarte?". Pareciera que ni la sociedad, ni mi familia entienden que hay personas que en este mundo no tenemos esa misión de ser como los demás... que nuestra naturaleza nos obliga a seguir lo que nos dicta el corazón y no los deseos de los demás. Calculo que ese discurso me lo tendré que bancar al menos hasta los 35, que es más o menos cuando la gente se aburre de preguntar... pero bueno... ya tendré tiempo para pensar en respuestas creativas que hagan que las personas simplemente no quieran preguntarme más.


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