viernes, 7 de enero de 2011

Renuncio...


Creo que desde que comencé a trabajar, la palabra "renuncio" desapareció de mi vocabulario. Esa libertad de ganar mi propio dinero con mi esfuerzo significaba muchísimo, ya que sinceramente, nunca podía obtener lo que quería, sino siempre "lo que se podía". Pero desde que estoy en crisis económica he debido aprender a priorizar... y hoy debí renunciar a algo que llevaba queriendo por dos largos años, para lo que estaba muy preparada e ilusionada... llevábamos todo este tiempo planificando con mis amigas lo que sería "la gran experiencia de nuestras vidas"... y me tuve que bajar.

Fue muy triste... lloré toda la tarde con gran pena... era un plan que queríamos disfrutar entre amigas y por supuesto, estoy feliz porque ellas tienen todo listo, pero al mismo tiempo siento una impotencia enorme por yo no poder hacerlo. En todo caso, debo decir que las pocas amigas que tengo son las mejores... me ofrecieron hasta el cansancio pagarme las cosas, pero yo no accedí. El problema no es pagar eso ahora, el cupo internacional de la tarjeta de crédito está intacto y habría podido hacerlo sin problemas. El problema es cómo voy a pagarlo después. Claro, ahorros tenía (si llevaba dos años planificando), el punto es que una persona muy cercana a mí me robó esos ahorros hace un poco más de 6 meses... ahí fue cuando mi sueño comenzó a derrumbarse, pero yo no me había dado cuenta sino hasta hoy.

No tengo recuerdo de haber renunciado a algo tan anhelado antes. De verdad, siento que decir "no" me partió el alma y es probablemente una de las decisiones más difíciles que he tomado en la vida. Puede sonar egoísta o ególatra, pero siento que no merezco sentirme así de mal, me merecía divertirme y vivir un momento que sería impagable en mi vida. Sin embargo, algo quiere que yo no esté ahí y que finalmente deba conformarme con las maravillas que me contarán mis amigas después. En este momento sólo quiero pensar en que, si no estaré ahí, será porque me espera algo mejor (al menos me quedo con la ilusión de eso)... lo siento... demasiado triste para seguir escribiendo... las lágrimas me vencieron de nuevo...

1 comentario:

  1. Cuando cursaba bachillerato (hace mucho tiempo ya!) tenía un profesor de literatura que nunca olvidaré. En una ocasión dijo en clase que cuando estamos junto a un árbol y miramos hacia arriba, sólo vemos hojas. Si nos retiramos unos metros, vemos el árbol. Y si nos alejamos kilómetros acabaremos viendo una arboleda.
    A veces suceden cosas a las que no podemos dar explicación; cosas que no entendemos por qué están ocurriendo. Cuando nos alejamos en el tiempo y miramos hacia atrás podemos observar que aquello que en su día no entendíamos y nos causó tanto dolor era necesario para llegar hasta el momento actual. Y entonces todo lo que no tenía explicación acaba cobrando su sentido.


    Abril

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